12 jun 2010

EDUCACION Y ESPECIALIZACION : culto al éxito

¿Qué significa la vida? ¿Para qué vivimos y luchamos? 
Si nos educamos simplemente para lograr honores, alcanzar una buena posición, o ser más eficientes, o poder dominar a los demás, entonces nuestras vidas estarán vacías y carecerán de profundidad. Si sólo nos educamos para ser científicos, eruditos aferrados a los libros, o especialistas apasionados por el conocimiento, entonces estaremos contribuyendo a la destrucción y a la miseria del mundo.
La educación convencional hace sumamente difícil el pensamiento independiente. 
La conformidad conduce a la mediocridad. 
Ser diferente del grupo o resistir el ambiente no es fácil, y a menudo es peligroso, mientras rindamos culto al éxito
La urgencia de alcanzar éxito en la vida, que es la recompensa que esperamos por nuestro trabajo, ya sea en lo material o en la llamada esfera espiritual, la búsqueda de seguridad interna o externa, el deseo de comodidad, todo este proceso ahoga el descontento,pero pone fin a la espontaneidad y engendra el temor; y el temor obstruye la inteligente comprensión de la vida
En la búsqueda de bienestar y comodidad generalmente nos refugiamos en un rincón de la vida donde encontramos un mínimo de conflictos, y entonces tenemos miedo de salir de este refugio. Este temor a la vida, este terror a la lucha y a las nuevas experiencias, mata en nosotros el espíritu de aventura. Toda la educación que hemos recibido nos hace temer el ser diferentes a los demás o el pensar de distinta manera a la norma establecida por la sociedad, o el que pensaran y dirán los demás,
Ansiamos tener seguridad, razón, éxito, sabiduría, etc., y este anhelo de seguridad, de permanencia, crea en nosotros la autoridad de la experiencia personal, mientras que exteriormente crea la autoridad de la sociedad, de la familia, de la religión y así sucesivamente


Todos nosotros hemos sido adiestrados por la educación y el ambiente para buscar el medio personal y la seguridad, y para luchar en beneficio propio. Aunque lo disimulemos con eufemismos, hemos sido educados para las varias profesiones dentro de un sistema basado en la explotación y el miedo adquisitivo. Tal adiestramiento tiene inevitablemente que traer confusión y miseria para nosotros y para el mundo, porque crea en cada individuo barreras psicológicas que lo separan y lo mantienen aislado de los demás
Aunque el saber y la eficiencia son necesarios, el recalcarlos demasiado sólo nos lleva al conflicto y a la confusión.
Hay una eficacia inspirada por el amor, que va mucho más lejos y es mucho más grande que la eficacia inspirada por la ambición; y sin amor, que es lo que nos da una comprensión integral de la vida, la eficacia sólo engendra crueldad

Thbondosouls
Al subrayar la técnica, destruimos al hombre. Cultivar la capacidad y la eficiencia sin la comprensión de la vida, sin tener una percepción completa de cómo funcionan el pensamiento y el deseo, sólo logrará aumentar nuestra crueldad, que es lo que engendra las guerras y pone en peligro nuestra seguridad física.
El desarrollo exclusivo de la técnica ha producido científicos, matemáticos, constructores de puentes, conquistadores del espacio; pero ¿comprenden ellos acaso el proceso total de la vida?


¿Puede algún especialista sentir la vida como un todo?
Sí, sólo cuando deje de ser especialista.     
La vida no puede adecuarse a un sistema, no puede estar sujeta a una norma; por noble que ésta se conciba; y una mente que se ha formado sólo de hechos y conocimientos es incapaz de enfrentarse a la vida en toda su diversidad, su sutileza, su profundidad y sus grandes alturas.
Por razones políticas e industriales, la disciplina se ha convertido en un factor importante en la presente estructura social, y es por nuestro deseo de tener seguridad psicológica que aceptamos y practicamos varias formas de disciplina. La disciplina garantiza un resultado, y para nosotros el fin es más importante que los medios, mas esos medios determinan el fin.
Debemos aprender a pensar con claridad y sin prejuicios, para no sentirnos interiormente esclavizados y temerosos. La independencia no es para esa sección coloreada del mapa que llamamos nuestro país, sino para nosotros como individuos; y aunque exteriormente seamos dependientes unos de otros, esta mutua dependencia no se hace cruel ni opresiva, si internamente estamos libres de anhelo de poderío, posición y autoridad.

Utopia
Debemos apreciar el descontento, del cual la mayoría de nosotros siente temor. El descontento puede traer lo que parece ser desorden; pero :
El descontento es el medio que conduce a la libertad 
Mas, no debe haber ninguna exacerbación emocional, que a menudo se presenta en forma de reuniones políticas, gritos de combate, búsqueda de un «gurú» o maestro espiritual u orgías religiosas de todas clases. Este exceso emocional embota la mente y el corazón, incapacitándolos para intuir y por lo tanto haciéndolos fácilmente moldeables por las circunstancias y el miedo. Es el deseo vehemente de investigar, y no la fácil imitación de la multitud, lo que ha de producir una nueva comprensión de las modalidades de la vida.
Nada puede conseguirse por la violencia, por la fácil destrucción de unos contra otros. Podemos encontrar alivio temporal organizándonos en grupos, estudiando métodos de reformas sociales y económicas, promulgando legislaciones o elevando nuestras oraciones al cielo; pero hagamos lo que hagamos, sin el conocimiento propio y sin el amor que le es inherente, nuestros problemas crecerán y se multiplicarán. Mientras que si aplicamos nuestras mentes y nuestros corazones a la tarea de conocernos a nosotros mismos, indudablemente resolveremos nuestros numerosos conflictos y tristezas.

 Podemos trazar sobre el papel los planos de una brillante utopía, de un valeroso nuevo mundo; pero con toda certeza el sacrificio del presente por un futuro desconocido nunca resolverá ninguno de nuestros problemas. Hay tantos elementos que ocurren entre el ahora y el mañana, que nadie puede saber lo que será ese futuro. Lo que podemos y debemos hacer, si es que lo deseamos con sinceridad, es atacar nuestros problemas ahora, y no posponerlos para el futuro.

La eternidad no está en el futuro; la eternidad es ahora. 
Nuestros problemas, existen en el presente, y es sólo en el presente cuando podemos resolverlos.Aquellos de nosotros que seamos sinceros debemos regenerarnos; pero no puede haber regeneración sino cuando nos separamos completamente de los valores que hemos creado con nuestros deseos agresivos de propia protección. El conocimiento de uno mismo es el principio de la libertad, y es sólo cuando nos conocemos que podemos crear la armonia y la paz.

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